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Basileia

13 de octubre de 2011

Iniciación al candomblè...






El sacerdocio y la organización de los ritos para el culto de los Orixás, son bien complejos, con todo un aprendizaje dentro de los patrones culturales del trance, a través del cual las entidades se manifiestan en los cuerpos de los iniciados, durante las ceremonias para ser loados, admirados y cultuados. Los iniciados hijos/as de Santo Yawos (en lengua ritual), entran en un trance inconsciente muy diferente al del kardecismo, en el cual el médium en trance, debe estar atento a las actitudes del espíritu.

El proceso para ser Yawo, es un camino lento. Dentro de la Nación Keto podemos tener estos diferentes pasos:

Para comenzar el Babalrixá (Padre de Santo) o Ialorixá (Madre de Santo),debe por medio de los Buzios, identificar quien es el Orixá dueño de la cabeza de esa persona. Una vez identificado esta persona recibe un fio de contas (collar), bendecido cuyos colores representan su Orixá. De esta manera se da inicio un largo aprendizaje que durará toda una vida.

La primer ceremonia privada que el abiã (novicio/a) es sometido consiste en un sacrificio votivo llamado Bori, para que la cabeza esté fortalecida y clara. Ya para iniciarse el/la abiã precisa juntar dinero para cubrir los gastos de las diferentes y amplias ofrendas, ropas ceremoniales, utensilios y adornos rituales y para todas sus necesidades personales. 

Deberá permanecer en el Ilê (Casa de religión) aproximadamente 21 días. Hacia el final de la reclución, una representación material del Orixá del iniciado (Asentamiento o Iba Orixá), es lavado con un conjunto de hojas sagradas trituradas (Amací o Amassi). La cabeza del iniciado/a es rapada preparándolo para uno de lo rituales más sagrados, Orô.

En este proceso ya deja de ser abiâ para convertirse en Yawo, y este sacrificio crea un lazo sabgrado entre el/la Iawo su Orixá y la comunidad religiosa donde el Babalorxá o Ialorixá es la cabeza.

Durante la etapa de las ceremonias de iniciación en que el Iawo es presentado a la comunidad por primera vez, su Orixá grita el nombre, haciéndose reconocer por todos. En ese momento es completada la iniciación. El Orixá esta preparado para ser festejado y para eso es vestido y paramentado. Entonces se lo lleva junto a los atabaques para danzar.

En el candomblé siempre están presentes el ritmo de los tambores, los cantos, las danzas y la comida. Una fiesta loando a los Orixás (Toque), siempre finaliza con un gran banquete comunitario preparado con los alimentos que tuvieron que ver con las ceremonias previas. El nuevo Hijo/a de Santo (Iawo) deberá ofrecer otras ceremonias al final del primer, tercer y séptimo año de su iniciación. En el séptimo año recibe el cargo de ebômi y a partir de ese momento se transforma en Babaloríxá o Ialorixá. Tambien a los 14 y 21 años son ofrecidas ceremonias muy importantes.

Cuando un Ebômi muere, son realizados rituales funebres (Axexê) por la comunidad, paraque el Orixá fijado en la cabeza, durante la primera etapa de la iniciación, pueda desligarse del cuerpo y así poder volver al mundo paralelo (Orun). Y para que el epíritu de la persona muerta (Egun), pueda liberarse de aquel cuerpo, para renacer algún día.

El momento del "Llamado", para iniciarse, es destino de una persona a la otra. Para algunos una enfermedad difícil de curar, para otros las propias dificultades de la vida, y otros que encuentran en el candomblé el encuentro de su yo con la Divinidad a través de sus hermosas prácticas.

El período de la iniciación se puede comparar con la gestación en el vientre materno. En este aspecto el aposento sagrado representa el vientre de la propia madre naturaleza. El neófito aprende los misterios básicos de las Divinidades y de la Creación, las costumbres de la comunidad y los principios que regulan las relaciones de l familia religiosa ( Jerarquía Sacerdotal); las formas adecuadas de comportamiento en las ceremonias públicas y privadas. Le son dados conocimientos sobre su propio Orixá, la forma correcta de cultuarlo, sus prohibiciones (ewò), las virtudes que deberán ser cultivadas y los vicios que deberán ser evitados para atraer buenas influencias y establecer una adecuada armonía, con su Divinidad personal.

Que puede cambiar en la vida de un iniciado?

El destino le es dado a cada Ser, como formas de posibilidades no de fatalidades. De esta manera quien antes de volver a este mundo, eligió ser médico, al renacer en esta Tierra encontrará en su camino, situaciones que lo diseccionen hacia esa profesión. Asi mismo esto no quiere decir que realmente vuelva a ser médico. El puede a través de su libre albedrío, escoger y cambiar cuando desee, su propio rumbo.

Cada cual construye su propia historia. Muchas veces sucede que la persona hace malas elecciones y termina sufriendo. Puede ser fruto de un destino negativo que exigirá tiempo y determinación, para ser superado. El conjunto de estos y otros factores acaban por provocar sentimientos de impotencia frente a los obstáculos, sensación de soledad, carencia de cariño, de orientación, de coraje. En síntesis carencia de fe.

El Orixá personal, en esta situación puede influenciar y mucho, previniendo y hasta remediandola. Proveyendo a su hijo (Omô), fuerza y equilibrio, restableciendo las energías, dandole protección y orientándolo para retomar su mejor camino.

Pero el propio individuo debe permitir que el Orixá actúe de modo constructivo, en su propia vida. Un Orixá jamás representa problemas en la vida de alguien, todo lo contrario va a ser la solución de ellos. A través de su apoyo Divino, el Ser humano puede generar condiciones para poder derribar las barreras internas y externas y así, construir un futuro mejor.

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